En ciertas situaciones no somos conscientes ni nosotros mismos del “mal”, estámos tan acostumbrado a verlo en el día a día que lo consideramos parte de la “rutina” diaria. Para darnos cuenta de ellos hace falta una gran cantidad de energía y un alto nivel de conciencia.

Esto requiere saber identificar las diversas necesidades y tener la capacidad de conectarse consigo mismo. En nuestra cultura ambas cosas son difíciles, no se nos ha enseñado nunca a conocer cuáles son nuestras necesidades y además están mal vistas. Cuando una persona dice que tienen una necesidad se la está viendo como una persona inmadura o inadaptada. Además estas personas son consideradas muchas veces como egoístas.

Centrarnos en lo que queremos hacer y no en lo que salió mal.

Tener la capacidad de distinguir nuestros propios sentimientos y necesidades y empatizar con ellos nos puede salvar de la depresión.

Los profesionales que ejercen la psicoterapia y otras áreas similares también pueden usar la Comunicación No Violenta para establecer vínculos recíprocos y auténticos con las personas que consultan, en lugar de interpretar todo lo que dicen.

… Cuanto mejor conozcas la gratitud,

menos víctima serás del resentimiento,

la depresión y la desesperación. La gratitud

actuará como un elixir que irá

disolviendo gradualmente esa dura corteza

que envuelve tu ego —tu necesidad de posesión

y de control— y hará de ti

una persona generosa. El sentimiento

de gratitud pone en marcha una auténtica alquimia

espiritual, nos hace magnánimos—

engrandece nuestra alma.

SAM KEEN